Francisco Duarte conocido también como Frisky es hijo de una familia cristiana de clase media, que con mucho trabajo y visión desarrollaron un “resort” para la clase obrera en las inmediaciones de Cuernavaca, negocio con el cual han podido ir generando un patrimonio y darles una buena vida a sus hijos.
Francisco como parte de esto, curso toda su educación básica, media básica y superior en escuelas privadas -incluso un par de años en el extranjero- finalizando sus años universitarios en el ITAM iniciando la carrera de economía pero transfiriéndose en semestres intermedios a administración.
Sus compañeros y amigos lo llegaron a calificar como uno de los estudiantes mas huevones del ITAM (obvio bajo los estándares del ITAM) incurriendo en toda clase de recursos para pasar sus exámenes con el menor esfuerzo posible, como: acordeones, copiar, grupos de estudio de 14 horas corridas un día antes del examen etc.
Sin embargo, esta apatía académica no se debe de confundir por una general actitud desidiosa ante la vida, solo un sentimiento de desengaño por los establecimientos culturales convencionales. En sus últimos semestres de la carrera la idea de hacer algo que realmente cambiara su vida se volvió una obsesión, tomo un trabajo como soporte remoto de sistemas para una compañía telefónica transnacional que compensaba la poca proyección profesional con un buen horario (6am a 3pm) y un salario decente. Por casi dos años Francisco trato reducir sus gastos a una austeridad casi cuestionable, haciendo la mayoría de sus comidas (empaquetadas) en su coche, sin gastar en ropa, optimizando sus demás gastos, solo dándose “pequeños lujos” como él los llamaba en: cervezas, cine, tacos del villamelon, mota barata, entre otros.
Justo unos meses antes de terminar la carrera llego una oportunidad de oro, la compañía telefónica para la que trabajaba Francisco se estaba yendo a la quiebra anunciando así próximos recortes. Francisco vio la oportunidad para terminar con su trabajo como lo tenía pensado pero con el plus de una liquidación; finalmente se voluntarizó para ser despedido y se salió con la suya.
Ahora y por los próximos 6 meses Frisky recorre el mundo de polo a polo y en toda su circunferencia, consiguiendo no solo salir del temido tedio que implicaba seguir el camino trazado, sino la admiración de sus amigos. Yo ahora lo recuerdo y me viene a la mente la canción de MGMT que cantaba casi como un himno:
This is our decision to live fast and die young.
We've got the vision, now let's have some fun.
Yeah it's overwhelming, but what else can we do?
Get jobs in offices and wake up for the morning commute?